Unos días antes de viajar a Valladolid para disfrutar de un fin de semana, leí una entrevista que le hicieron a Hannah Jane Parkinson en relación a la publicación en España de su libro La alegría de las pequeñas cosas.
Se trata de un libro en el que se recopilan varios de sus artículos publicados en el periódico The Guardian. Al buscar más información, vi que uno de ellos se titulaba Acariciar gatos.
Me pareció bonita la idea de comprarlo en Valladolid y traerlo como recordatorio de lo que, sabía, serían unos días agradables de desconexión, ruptura de la rutina y buenos recuerdos.
El sábado, después de comer en la Plaza Mayor, pasamos por delante de La casa del libro. Entré, pregunté y lo compré, junto con la bolsa que aparece en la imagen.
En Acariciar gatos nos cuenta que adoptó a Miles, un gato negro de ojos dorados, su relación con él, lo que les gusta a ambos y los beneficios de tener una mascota en casa. Es un artículo muy tierno y el que más me ha gustado.
Una vez comentado lo referente a Acariciar gatos, tengo que reconocer que el resto del libro no me ha parecido nada excepcional y, de haberme imaginado el contenido, ni lo hubiera comprado.
Como siempre digo, hay lectores para cada libro; así que no te dejes influir por mi opinión porque a ti tal vez sí te guste.
Lo que yo veo aquí es eso que, si eres lector habitual, habrás visto en más de una ocasión: Persona famosa y reconocida por su trabajo, recibe una propuesta de una editorial de hacer algo diferente y liviano. En este caso: recopilar artículos ya publicados en un periódico.
No hay una línea de continuidad ni relación entre ellos, salvo que son experiencias personales de la autora, vivencias de diferentes días y momentos de su vida en los que va desgranando sus emociones, traumas, alegrías, tropiezos, amistad, amores, etc., esas cosas normales que nos pasan a todos los humanos y que nunca llegamos a escribir porque no tenemos capacidad o porque estamos ocupados y atrapados entre el trabajo y la familia.
La misma autora dice en su artículo Dejar de leer un libro (página 231): Ya no lo hago. Me he dado cuenta de que la vida es demasiado corta como para gastarla en algo que no me aporta nada, no me emociona ni compensa el tiempo invertido. Y añade que suele donar esos libros que no termina.
Yo he leído su libro hasta el final; soy de esas personas tozudas que, a pesar de los años y la experiencia, sigue terminando libros, me gusten o no. Eso sí, me estoy planteando seguir su consejo. He decidido darme un mes. Lo pondré en la estantería con los demás libros de gatos y anotaré en la agenda, en el día 26 de octubre de 2022, si lo llevo a una biblioteca municipal. Ya que es una novedad, cualquiera de ellas lo aceptará.
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