Garrison (supuestamente alérgico a los gatos), es el heredero de los gatos de su tía, pero... no recibirá la herencia hasta que Oreo, Spooky, Rusty, Muzzy, Harry y Viola tengan un buen hogar y una familia perfecta con la que vivir.
Ya sabes que lo va a conseguir, ¿verdad? Lo que desconoces son los términos de la adopción y la lucha del pobre Garrison para cumplir los deseos de su tía.
No es exactamente una novela romántica, a pesar de que hay chica; es más bien de crecimiento personal, de superar los traumas de la infancia, de convivencia vecinal, con un fondo visiblemente religioso.
Es una bonita historia que se desarrolla en los días previos a la Navidad, por lo que te resultará agradable y entrañable leerla en tu rincón favorito, con tu preferida taza humeante de café, té o chocolate, arropado por ese sillón en el que, si tienes gato, muchas veces lo encuentras enroscado dormitando.
Los gatos son solo gatos en El gato de la Navidad, pero hacen su trabajo a la perfección, cambiando las vidas de los humanos para bien, por supuesto.
Me sentí un tanto identificada con Garrison porque ambos tenemos sueños y poco valor y autoestima para llevarlos a término.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario. ¡Miaumuac! ~.~)=