El gato, que ya es bastante mayor, se llama Tiquismiquis (Picky Eater, en inglés) y no hace nada especial en la historia. Lo que me ha resultado extraño es que lo encierran en el sótano cuando salen de casa. Tal vez fuera costumbre o puede que sea un gato un poco trasto y así evitan volver a casa y encontrarla hecha un desastre. Es algo que no aclaran.
Luego está la mención a un libro infantil titulado El gato abandonado (no mencionan al autor) del que Ramona deberá hacer un trabajo para el colegio. Consiste en intentar venderlo. Ella se inspira en los anuncios de comida para gatos que ve en la televisión y hace una presentación muy original con sus amigas.
Por lo demás, la novela está narrada en primera persona por Ramona, que evidentemente es la protagonista, un poco en forma de diario.
Me pareció interesante que su familia no fuera la típica acomodada y que mostraran sus problemas, que vivieran situaciones comunes, tanto los padres como las hijas.
Ya que Ramona tiene 8 años, y por lo que cuenta de su vida en casa y en el colegio, me atrevo a recomendarla como lectura a partir de esa edad.
Este título forma parte de una colección y todos se pueden encontrar en las bibliotecas de Asturias:
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