No sé si es un error de edición o está hecho a propósito, el caso es que Sincola podría ser gato o gata sin tener mucha importancia para la historia.
Los temas que refleja esta novela infantil son el olvido y el abandono.
A la niña no la dejan a propósito en la gasolinera. Es que son tantos hermanitos que los padres se despistaron por un momento y se quedó sola mirando los estantes. De todas formas, tarde o temprano volverían a buscarla. Sin embargo, al gatito lo han abandonado a propósito y está claro que ninguno de los humanos con los que había vivido hasta ese día regresaría para llevárselo de nuevo a casa.
Esa soledad compartida por niña y gato les va a unir para siempre.
Si tienes la posibilidad de encontrar Sola y Sincola en una biblioteca, no dejes de leerlo. No importa si tienes más de 20 años o rondas los 80, es una historia que va directa a corazón. Y ya no te digo si hay niños en tu casa. Leerlo juntos dará para una buena conversación familiar.
Lo he vivido varias veces a lo largo de estos 10 años con el blog: lecturas cortas que cuentan más que libros de 300 páginas.
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