Divertido, extravagante y extraño. Me parece un cuento de Navidad adecuado tanto para niños como para los mayores.
Con un toque de atención al cambio climático, Santa se despista y no sabe qué estación del año es. Para eso están los gatos, para recriminarle que siga repantigado en su silla de playa sin hacer lo que debe hacer en Navidad.
Si te animas a leerlo, pensarás por un momento que la persona encargada de las ilustraciones ha sido un poco vaga y repite la misma varias veces. No juzgues antes de llegar al final. Ahí está la clave de la conversación entre Santa y los gatos y la razón de estar estáticos. Y te vas a reír.
Por lo demás, pues como dije al principio, es una historia divertida, con un gato "ángel" y un gato "demonio", de esos que en algunas pelis aparecen uno en cada hombro dando su respectivo consejo. Eso sí, todos muy sarcásticos recriminando a Santa su despreocupación para con los niños en unas fechas tan señadas.
El nivel de inglés es muy sencillo, ya que suponemos que es para niños. Así que adultos españoles con el conocimiento básico de este idioma podrán entenderlo bastante bien.
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