Pirracas. Gato encerrado

No soy mucho, nada en realidad, de cine, series o novelas de asuntos sobre política pues siempre me pierdo entre tanto tecnicismo y conflicto de ideologías e intereses; por lo que supondrás, y acertarás, que Gato encerrado la he leído exclusivamente por la portada y porque hay un gato dentro, negro, callejero, de nombre Pirracas, y quería descubrir cuán importante sería en todo este lío.

Pirracas vive en los tejados de Madrid, cerca del humilde ático con terraza de Gerardo Gutiérrez (Gerar para unos, Guti para otros) que es un funcionario Jefe del Servicio de Normalización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Guti se ve obligado a decidir entre dos multinacionales para la compra de programas informáticos destinados al Servicio Nacional de Inteligencia Español. Presionado, intimidado, vigilado, amenazado, sobornado, cada empresa trata de ponerlo de su lado. Pero él es incomprensiblemente honesto y no se deja comprar por ninguna. O casi.

Hasta la mitad me aburren todos esos discursos y temas políticos de una España que está pasando una mala etapa con unas elecciones anticipadas que no auguran nada bueno. Sigo leyendo porque quiero saber qué pasa con Pirracas, qué hizo que se fuera a Westport (Irlanda) con Guti, siendo él un gato libre que va y viene a su antojo.

Pasada esa mitad, la cosa comienza a ser más llevadera y me empieza a interesar la historia con ganas de saber cómo será el desenlace final de esa doble lucha de poderes por conseguir el contrato con el gobierno. Incluso Pirracas tiene su protagonismo porque, aunque no pertenece a Gerar, este le trata bien y bien responde el gato a quien le cuida y se ocupa de él.

El balance de mi opinión termina siendo positivo. Una vez superadas las primeras páginas, disfruto de una historia diferente a todo lo leído hasta ahora. Incluso me cae bien el tal Guti, a pesar de su dejadez personal y su aparente desgana en el desempeño de su trabajo como funcionario.

Y Pirracas, pues aunque es solo gato gato en Gato encerrado, tiene unos detalles que le hacen interesante, siendo fácil tomarle cariño.

 

Título: Gato encerrado

Autor: Juan Moro (Alhucemas, Marruecos)

2008

Páginas: 123

 

 

Otras novelas de Juan Moro con Gerardo Gutiérrez de protagonista:

 

El reflejo (Tiempo de Ediciones S.A., 1984)

La última parroquia antes de América (La Mirada Malva, 2008) que incluye las obras La dama de la galerna y Gato encerrado.

Mi tía Elvira (2020)

 

 

Nota.- Significado de pirracas: Expresión muy infantil de la España de los 50-60. Es una forma un poco castiza que tenían de llamar a las urracas en algunas zonas de la península, pero se extendió su uso como mote o como nombre para mascotas. Suele significar "pillo", "pícaro", "granuja".

Esta información la encontré en la web www.elbienhablao.es.

 

Nota.- Esta es la segunda novela que leo con el título de "gato encerrado" y todavía tengo unas cuantas pendientes.