Caronte, un gato en busca de almas

Caronte es un gato blanco con uno ojo azul y otro verde. Entonces, ¿por qué en la portada hay un gato negro?

El gato llegó al hospital junto con su anciano humano. No se apartó de él hasta que falleció; y allí se quedó para siempre.

Su nombre antes de que el personal del hospital se lo cambiaran por Caronte, era Marwolaeth que en galés significa Muerte. Curioso, ya estaba el pobre predestinado a desempeñar el oficio.

 

Aisa es enfermera en el Hospital St. Thomas de Londres. El primer día de trabajo en Urgencias conoce a Caronte y pierde a un paciente. Descubre la peculiar "habilidad" del gato y, desde ese momento, no ceja en el empeño de darle caza. Resultó imposible y se rindió. Un año más tarde tal vez consiguió matarlo por ignorancia al dejarle un trozo de tarta de chocolate y coco.

En general, exceptuando el asunto de la tarta, esta novela corta no está del todo mal. Me recuerda a una de las primeras novelas gatunas que leí allá por 2011: De guardia con Oscar, de David Dosa. Esta última trataba el asunto de la muerte y el gato con más, digamos, ternura, pues el gato llamado Oscar acompañaba a los ancianos en sus últimos días, así como a la familia, de esa forma que solo los gatos saben: demostrando cariño y respeto.

Título: Caronte

Autor: Álex Puig Linares (Valencia, 1977)

2015

Páginas: 48

Nota.-

El chocolate es veneno para los gatos. Los efectos son: vómitos, diarreas, deshidratación, úlceras, convulsiones y, en algunos casos, la muerte. Tampoco es recomendable el coco, aunque en pequeñas cantidades no les afectaría mucho. En este caso, unido al chocolate, Caronte no debió pasar de aquella noche. Ni ella.