Si solo me permitieran definir esta novela gatuna con una palabra sería: ¡Divertida!
No, una palabra se me queda corta. Es ¡tremendamente divertida! y muy humana, tierna, reflexiva, comprometida, plena de amor y entrega.
Yo, que no soy de risa fácil (no me hacen gracia ni los chistes), me he reído mucho desde las primeras páginas.
Mina, se ve a sí misma como gata 'influencer', famosa en las redes sociales. Va camino de ello gracias a su humana que ya ha publicado dos libros sobre ella.
Tras tres años viviendo con "seres de dos patas" ha aprendido muchas cosas, pero aún le quedan un montón por descubrir. Es una delicia leer cómo las explica en notas aparte. ¡Si hasta te crees que es cierto que los gatos saben los nombres de los objetos humanos!
Por de pronto, acepta el arnés y sale gustosa a pasear al campo y a la playa. Viaja en coche casi más como un perrito que como un gato. Y, al igual que todos sus parientes felinos, adora las cajas de cartón, la comida, cotillear tras los cristales de la ventana, las veinte mil siestas y las caricias de los humanos que tiene a su servicio día y noche.
Alex Florentine y Mina no han permitido que les aplaste la situación que vive el mundo estos últimos meses y han llenado la biografía de mucho sentido del humor contando divertidas aventuras, anécdotas típicas gatunas, con el toque personal de la gatita asturiana. Todo imaginado desde el punto de vista humano de su cuidadora que ha sabido impregnar la novela con un tierno toque infantil, lo que hace a Mina asombrarse ante cualquier novedad, igual que les sucede a los niños.
Leer que es la gatita la que te cuenta su vida hará que aflore la ternura en los adultos y además, en los niños, que despierte y se desarrolle la imaginación.
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Gracias por tu comentario. ¡Miaumuac! ~.~)=