Era domingo. Llovía. Volvemos a casa antes de que nos pille otro aguacero; aun así, nos paramos delante del escaparate de una librería para curiosear novedades literarias. Allí estaba, una novela con un gatito en la portada y un título con muy poco estilo.
Llego a casa y lo busco para saber de qué va. No me llama demasiado la atención la sinopsis comercial. Descargo la muestra y me acomodo en mi sillón con un café calentito. Lo leo y sí, compruebo que hay gato, en realidad es una gata y se llama Gatalina. Presiento que solo será gato gato, una gata florero, y que no tendrá más protagonismo que aparecer en algunas secuencias.
No quiero dejarlo de lado, ya sabes que siempre digo que hay público para todo tipo de historias, así que ahí va algo así como una sinopsis que no es la comercial que suelo compartir en otros casos, básicamente porque no me parece muy acertada para reproducirla.
Por la cantidad de páginas que he leído, podría decir que es la historia de una mujer llamada Paz, acercándose a los 40, madre de 3 hijos (Gabriel, Maya y Teo), con marido (Didier), un perro (Ronin) y una gata (Gatalina), además acaba de reincorporarse al trabajo después de la excedencia, supongo que por maternidad del pequeño.
Nos cuenta las peripecias del día a día en un tramo concreto en el que su intención es llegar a tener un "gran momento de calidad" con su marido.
No sé si lo conseguirá porque, como ya te he dicho, solo he leído la muestra. Supongo que sí, o eso espero ya que la pobre está tratando de esmerase para conseguirlo.
Me ha hecho gracia el nombre de la gata. Si te soy sincera, no se me hubiera ocurrido jugar con Catalina. Precisamente en una publicación anterior he visto otro juego similar: transformar Frida Kahlo en Frida Catlo.
Por lo que he leído de su autora, le gusta el humor y lo intenta aplicar en todas sus novelas.
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