Abril, 2021.
No pensaba leer más libros de gatos este mes. Aunque cada historia es diferente, me sentía como saturada de tanto gato. Quería dedicar tiempo a otras cosas: ordenar documentos, fotos, y actualizar la lista de gatulibros para borrar capturas de pantalla y apuntes en varias libretas.
Al final decidí empezar con las capturas de pantalla que guardaba en el móvil. Ahí encontré La Señora Pearl y los gatos con la nota de que se publicaría en marzo. No pensé que estuviera disponible en Kindle Unlimited; era una novedad, por lo que asumí que si quería leerlo, tendría que comprarlo y dejarlo en el estante de "algún día te leeré". Sin embargo, allí estaba, disponible con la cuota.
De verdad que no quería leerlo, necesitaba un descanso, unos días de otras lecturas o de ninguna.
Sucedió como muchas veces que los gatos te eligen: el libro me eligió, hasta el punto de leer la mitad entre la tarde y la noche, quedándome con ganas de aguantar un poco más con los ojos abiertos para terminarlo. La salud es lo primero, necesitaba dormir pues llevaba un par de días con pocas horas de sueño y, además, de mala calidad. Así que cerré la aplicación con la intención de terminarlo al día siguiente.
Amanda Pearl. 59 años. Vive sola en un minúsculo apartamento en Brooklyn. Le gusta cumplir tareas diarias y rutinarias que la mantienen activa. Siente que ya no es útil, que tiene poco que aportar al mundo. Solo le queda esperar el fin: la muerte.
Un día ve un anuncio en el que se solicitan cuidadores de gatos de forma temporal mientras sus dueños se van de vacaciones, hacen un viaje de negocios, una visita a la familia, o tienen obras en casa. Hacía unos meses que su gato blanco y negro, Bosco, había muerto. Rellena el formulario con pocas esperanzas.
La aceptan. Su vida cambia. Modifica las rutinas y la relación con las personas. Cada gato tiene su propia personalidad, diferentes reacciones para con ella. Estos cambios le hacen recordar momentos del pasado, con nostalgia, con tristeza, con todas esas emociones que nos embargan porque hemos hecho o dejado de hacer esto o lo otro.
Los gatos (Hunter, Sisi, Rico, Leopard, Minerve, Josephine, Pablo, Fifi, Ashbury, Cleo, Moxy, Huma, Lilo, Rufus, Lucky) entran en su vida, al igual que los humanos propietarios. A lo largo de un año, van dejando recuerdos más o menos hermosos porque habrá gatos sociables que la acepten desde el primer momento, mientras que otros la verán solo como una cuidadora temporal.
Es una lectura relajada, intimista, de un monótono agradable, porque la vida es así: repeticiones, con pocos sobresaltos.
Te lo recomiendo para esos momentos en los que no te apetece hacer nada, ni ver ni hablar con nadie, en los que sientes que todo está hecho, aunque no es cierto, si buscas un cambio y no sabes por dónde empezar, si has perdido la ilusión o las ganas de comenzar un nuevo proyecto. La Señora Pearl y los gatos tienen un no sé qué capaz de despertar en nosotros los sueños y las ilusiones dormidas.
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