04/01/2021

Ampliando mi biblioteca gatuna. Los primeros libros de 2021

No pensaba ampliar mi biblioteca gatuna con libros en papel, básicamente porque tengo más de 20 sin leer aún. Sí que admitía que compraría alguno muy especial, pero no tan pronto, justo al empezar el año.

Los gatos de Steinlen y Estamos en el borde, de Caroline Lamarche ya están ocupando su lugar de espera, no tienen cita previa asignada. Les llegará su momento cuando así lo sienta.

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Los gatos de Steinlen es para ver. Cuenta historias con gatos, todo de forma visual. Buscaré un día en el que me encuentre especialmente apática para sentarme y pasar las hojas lentamente. Incluso podría servir de meditación, ahora que tanto insisten muchos especialistas de la mente y el alma que se puede meditar "de otras formas" porque lo importante es evadirse de lo que sea que nos atormenta.

En cuanto a Estamos en el borde, de Caroline Lamarche, fue un impulso extraño el que me hizo comprarlo. Por lo que leí sobre él cuando lo descubrí (al final te cuento cómo fue), me recordó a Crímenes bestiales, de Patricia Highsmith. Tal vez fue eso, que lo relacioné con otro libro en papel y no le di más vueltas. Este será para de vez en cuando; para esos nueve momentos en los que, en lugar de mirar por la ventana hacia ninguna parte, igual que hacen los gatos, me sentaré con un té humeante y leeré despacio una de las historias. Otro día, otra, hasta terminarlo.
Creo haber visto que solo hay un relato con gato; por lo que ese lo comentaré en este blog y, el resto, en Palabras con olor a coco.
 
Descubrimiento:
Leyendo el número 4 de la revista Menta, vi un artículo sobre Lola Nieto. Tenía el móvil a mano. Busqué su perfil en Instagram. Me gusto su estilo. Tenía gato. Allí estaban los primero libros que compraría en 2021 para ampliar mi biblioteca gatuna. Me dejé convencer por su opinión. Ahora me falta leer los suyos.
Hay veces en las que ni sabemos la razón que nos llevó a comprar un libro. En esta ocasión, he querido escribirlo para recordarlo. Posiblemente repita experiencia.
 
 
Sesión fotográfica con mi gata:
Gata Rassel estaba dormida. Tras más de 12 años de convivencia, sigo sin comprender cómo sabe que voy a hacer fotos. Me dio tiempo a extender la tela y colocar los libros y los lápices. En silencio, con pasos lentos, se presentó y no conseguí sacarla del encuadre.

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