Malory y el pescado que sabía demasiado

En el fondo del mar había un reino precioso llamado Baltusia. Desde hacía un tiempo, algo o alguien desconocido lo estaba destruyendo.

Un pez llamado Bibe va en busca de una niña humana, pues Lila, la adivina, había vaticinado que era la única que podría salvar a todos los habitantes de una muerte segura.

Por suerte, a Bibe lo compró en el mercado el abuelo de Malory. Una vez en casa de la niña, la convence para que ayude a su pueblo. Los tres (sí, por supuesto que el gato negro Punk los acompaña) sin un plan pero con ilusión, viajan al reino de Baltusia esperando encontrar una solución que salve el reino y a todos los pececillos y demás seres vivos que habitan tan precioso lugar.

Pero al igual que entre los humanos, la traición está a la orden del día. Las amenazas de los malos liderados por Morgi, el rey de los ragos, hacen a los buenos baltusianos, temerosos. Así que Malory y Punk deberán ser valientes y enfrentarse al rey Morgi  para ayudar a su amigo, pero este, los apresa y se los lleva a su reino con no muy buenas intenciones.

Los baltusianos con Bibe al frente, atacan a los morgianos. Gracias a esa distracción, Malory y Punk descubren la causa de que el reino se estuviera muriendo y consiguen un final feliz para todos, además de haber vivido una extraordinaria aventura digna de ser escrita para deleitar a otros pequeños humanos.

Malory y el pescado que sabía demasiado es fantasía pura. Lucha entre el bien y el mal. Y un trasfondo ecológico que  tratará de concienciar a los niños sobre la importancia de cuidar de los mares porque en ellos tienen sus casas  muchos seres vivos, tan importantes como nosotros.

El toque de humor lo pone el gato Punk,  mostrándose muy gato protestando por casi todo y metiéndose en líos por ser demasiado curioso.

Título: Malory y el pescado que sabía demasiado

2011

Autora: Zeyda Rodríguez Santana

Edición digital: 2020

Editorial El huerto de uapití

Páginas: 25