Me pregunto si realmente Fabio Morábito nos está hablando de panteras o si, por el contrario, es una fábula en la que etiqueta las diferentes formas de ser de los humanos, porque en cada grupo, en cada descripción y comportamiento de las panteras se puede apreciar a las personas independientes, curiosas, líderes, los que siguen a ciegas al fuerte y no piensan por sí mismas, las que se cuestionan todo.
Es uno de los libros que más me ha gustado y uno de los más complicados de comentar. Mientras lo leo, comprendo lo que cuenta; pero al escribir, me enredo en las ideas. Tal vez hablando, cara a cara, te lo podría explicar mejor.
Las panteras cazaban de día y en grupo. Adoraban e imitaban a los leones en todo. Eran pardas y soñaban con ser leones algún día. Los temían y no entraron nunca en su territorio. Los observan en la distancia.
La pantera protagonista y su madre se quedan solas cuando sus compañeras se marchan, sin avisarlas, en busca de comida.
La huérfana no llegó a conocer a los leones, sí a los guepardos. Como ellos, aprendió a cazar sola.
Cuando pierde a su madre, vaga por el territorio. Es entonces cuando conoce a las panteras sinuosas, que no dejan huellas en la tierra y saben trepar a los árboles.
Por circunstancias de la vida, se encuentra con la segunda manada de panteras que rechazó a ella y a su madre por intrusas. No la reconocen, ha perdido el olor y el color. Ella sí las recuerda. Las panteras no negras prefieren morir de hambre a que otra de su misma especie, aunque diferente color, las ayude.
Al final, después de muchos peligros y muertes, dos panteras no negras llegaron a las montañas. Procrearon e inculcaron a su descendencia la idea de que eran leones. Así se denominaron a sí mismas "leones de la montaña". Los humanos las rebautizaron con el nombre de puma.
Ha
resultado ser una lectura entretenida y relajante, creo que por
tratarse de un ambiente y personajes fuera de las novelas humanas.
Según cada cual, nos vamos a identificar con La Huérfana, La Colérica, o
tal vez La Lúgubre. Raramente querremos ser una de las otras panteras
un tanto simplonas y despistadas que hacen y repiten lo que se les
ordena; aunque, entre los humanos, son la mayoría.
Título: Cuando las panteras no eran negras
Autor: Fabio Morábito (Alejandría, Egipto. 1955)
Ilustraciones: Marina Seoane
Ilustraciones: Marina Seoane
Ediciones Siruela
1996
Páginas: 98
Notas:
La pantera negra es una variación de color, por cambios de melatonina, del leopardo o del jaguar.
En Norteamérica llaman pantera al jaguar.
En Sudamérica, llaman pantera el puma.
En el resto del mundo, especialmente en África y Asia, llaman pantera al leopardo.
Mi panterita blanca con manchas negras siempre aparece cuando estoy en una sesión de fotos.
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