Kika es la humana. Ambrosio, su peculiar gato.
Fíjate si es especial el felino, que sus padres la quieren llevar a un psicólogo ya que no encuentra normal que hable con él asegurando estar convencida de que la entiende. Ambrosio parece responder a su modo gatuno y actúa como su consejero de vida. Si Kika le hiciera caso, le iría mejor.
Yo pienso que está muy cuerda en lo que respecta al gato, no así tanto en las relaciones amorosas.
La historia es como una montaña rusa. Me río, me aburro, me interesa, no me interesa, me vuelvo a reír, me enfado, me divierte, me sorprende. La dejé y la volví a retomar a lo largo de un par de semanas con la esperanza de que me gustara al cien por cien, cosa que no conseguí.
Es tipo diario. A Kika, la narradora, le suceden cosas, como nos podrían pasar a muchas de nosotras a su edad (29/30 años), pero que no se nos ocurrió escribir.
Hay tres chicos: David, su ex-novio, y César, su mejor amigo. El tercero será mejor que te enteres de sus intenciones cuando leas la novela. Y un cuarto que aparece y desaparece en minutos.
Ya imaginas que su corazón salta de unos a otros, intentando aclarar sus sentimientos y descubriendo alguno nuevo. Vive situaciones graciosas, dramáticas, accidentes, decepciones, un cóctel de emociones.
Al mismo tiempo que habla de sí misma, introduce otras dos historias: la de su mejor amiga y la de sus padres separados.
Como es típico en este género literario de novela romántica, Kika es guapa guapísima y los chicos son guapos guapísimos, cachas de anuncio de colonia y, como no se los describe, tienes que ponerles cara y, claro, la historia se hace menos creíble de lo que ya era porque en el mundo real es más que un milagro encontrarse con un chico de físico perfecto y, mucho menos, 4.
Mi conclusión: es una novela romántica para chicas menores de 35. Aunque introduce una relación de ruptura y reconquista de sus padres, no me consiguió enganchar para recomendarla también a mayores de la edad que cito, básicamente porque Kika es la protagonista.
- Te gusta la novela romántica con toques de comedia.
- Te gustan los gatos, tienes un gato y le hablas convencida de que te entiende.
- Te gustan las historias coherentes, bien escritas y los diálogos ágiles.
- No te molestan los micromachismos, sexismo y todas esas cosas que tanto incomodan en la actualidad. Siempre van a estar ahí, no nos engañemos.
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