Elaine compró a Ming en una tienda de mascotas de Nueva York. Compartía una caja con otros 5 gatos y fue todo un placer para él salir de aquel local inundado por desagradables olores. Se ve que Ming, desde muy joven, ya tenía gusto por la buena vida.

Juntos se trasladaron a la ciudad de Acapulco donde ella regentaba una tienda de ropa. Por el estilo de vida que llevaba, intuyo que el negocio le iba bien.

El día en el que Ming deberá cazar su mayor presa (nada de pajaritos y ratones), comienza la historia con él, ella y un tal Teddie en un yate de vela llamado White Lark.

Desde las primeras líneas ya sabemos que el hombre no le tiene demasiado aprecio al gato y que no le trata  nada bien, excepto cuando Elaine está presente. En realidad, el desprecio es mutuo.

La narradora describe a Ming de forma que parezca muy posesivo con su humana y extremadamente antisocial. Elaine suele hacer fiestas en su chalet y Ming no soporta que tanta gente merodee por sus terrenos, ignorándole, casi pisándole, y entorpeciendo sus múltiples horas de siesta.

Y hasta aquí puedo contar, ya que se trata de una historia corta y más datos podrían restar intriga y sorpresa.

Solo decirte que tu interés por saber lo que sucederá al final no te permitirá despegar los ojos de las 12 páginas que conforma este relato sobre un gato que, como todo felino, lo único que hace es proteger a su benefactora, además de a sí mismo.

La mayor presa de Ming está incluido en el libro: Crímenes bestiales, de Patricia Highsmith, editado en 1989 por Editorial Planeta.

 

Notas.-

Lo encontré en una librería de viejo que, por desgracia, cerró el año pasado.

El marcapáginas es del juego de cartas Cat Lady. Ya que no tengo humanos con los que jugar, les voy dando utilidad luciéndolas como punto de libro.

He visto muchas y diferentes portadas para este libro, por lo que intuyo no será difícil encontrarlo en alguna de sus versiones. Además, tratándose de Patricia Highsmith, seguro que también será fácil de localizar en las bibliotecas públicas.

2 relatos más con gatos comentados en este blog:

Caballo máquina

El día del ajuste de cuentas

Hacía mucho tiempo que quería leer Los colores olvidados y otros relatos ilustrados. Lo que despertó mi interés fue la portada y no se me ocurrió buscar más información, salvo que había otros dos libros:

La inspiración dormida. Regreso a los colores olvidados

y

El despertar (Los colores olvidados 3)

Ya que no era posible encontrarlo en una de las bibliotecas de Gijón, lo solicité por préstamo interbibliotecario y llegó desde la Biblioteca Pública de Oviedo.

Como siempre que en un libro hay varios relatos o cuentos, aquí solo comento los que tienen gato. Por supuesto, la lectura es completa, pero a destacar siempre los gatos.

Y estos son los relatos:

Los colores olvidados:

Carmesina vive en una ciudad sin colores, pero ella no dejará que eso condicione su vida y coarte su imaginación. Hará todo lo posible por recuperarlos y dibuja sin descanso, buscando lápices de colores por toda la ciudad. Y todo gracias a un gato negro que la anima a pintar. Él le revela que los colores están dentro de cada uno.

Cuento del lunes.

Serafín, el desafinado.

Riley.

La alianza.

Amour fou.

Agua.

 

No creo en la mala suerte:

¡Mi relato favorito de entre todos los del libro!

Gato Negro está cansado de que lo humanos no quieran saber nada de él diciendo que los gatos negros dan mala suerte. Así que se dispone a buscar pruebas que desmonten esta tonta superstición.

Por el camino se va encontrando con objetos que sufren su mismo calvario. Les convence para ir todos juntos a buscar a la dama Mala Suerte y preguntarle qué pueden hacer para que las personas dejen de despreciarlos. ¿Encontrarán una solución?

Hazme el humor:

En esta historia de amor, un gato negro simplemente acompaña en las ilustraciones, en el sofá, en la cama.
El tema es muy bonito pues trata de recuperar el amor, la pasión y el humor de la juventud en una pareja que ha caído en la rutina.

Una historia de princesas.

Chew Wang. La leyenda del guerrero que sitió miedo.

Los pequeños placeres.

Futuro perfecto.

Cuento del viernes.

Imaginando nuevos mundos:

El mundo de los cuentos está en crisis. Los humanos, apáticos, han dejado que desaparezcan los colores, la ilusión, la fantasía... Todos los personajes de todas las historias de Los colores olvidados se unen para encontrar una solución y no desaparecer ellos también.
Hay una posibilidad y Gato Negro encuentra a Carmesina.

Este último relato te hará reflexionar sobre lo que está sucediendo en la actualidad.



Son muchos y variados los temas que vas a encontrar en este libro: amistad, amor, coraje, superstición, soledad, salvar el planeta, compañerismo. De cada uno de nosotros dependerá que los "colores" no desaparezcan, la ilusión y la esperanza nos acompañen siempre, a pesar de aquellos que intentan borrarlas de nuestra mente.

Título: Los colores olvidados y otros relatos ilustrados

Texto: Silvia G. Guirado

Ilustraciones: David García Forés, Desiree Arancibia, Marta García

2009

Play Attitude

Páginas: 88

Nota.

Fue el día 3 de octubre de 2019 cuando pasé a buscarlo por la Biblioteca Pública de Jovellanos. Recuerdo que salí emocionada y aprovechando el buen clima, me quedé en la terraza de una cafetería cercana para comenzar a leerlo. Lo terminé en casa. Escribí mis impresiones. En lugar de publicarlo en aquel momento, seguí leyendo otros libros. Algunos ni me gustaron. Pasado todo ese tiempo, más calmada, con las prioridades un poco más claras, releo lo que escribí, retoco algo aquí y allá, y lo comparto.

Este no ha sido el único título que se quedó en la trastienda del blog; así que iré sacando las palabras, las fotos, rememorando lo que sentí al leerlos y, por fin, desprenderme de ellos para que todos los conozcáis.

Lo decía en Facebook hace unos días, que tener amigas gatunas me permite disfrutar de comprar postales con gatitos para felicitarlas por su cumpleaños.

El proceso resulta muy divertido: la búsqueda y encontrar aquella imagen que sientes le va a gustar, o que identificas con la personalidad de quien la va a recibir.

¡Lo malo es que yo también quiero una para mí!

Sin embargo, no la compro. No quiero tenerlas yo también. Trato que solo ellas las posean. Claro que hay miles de personas más que la habrán recibido; precisamente eso es lo que las hace únicas porque se han enviado a humanos especiales.

Pienso que es maravilloso felicitar a L un año más, seguir en contacto después de tanto tiempo y mantener vivo el sueño de conocernos algún día, de poder viajar desde el Mar Cantábrico al Mar Mediterráneo para abrazarnos.

Querida L, espero que todo sea precioso el día de tu cumpleaños y siempre.