Hace unos años, compré este tipo de calendario con gatitos y frases de Legami con dos intenciones: una, usarlo como marcapáginas; dos, poner cada mes la imagen correspondiente en el blog y comentar algo; pero solo funcionó la primera porque la segunda, se me olvidaba.
¿Será diferente en 2023? El truco para recordarlo va a ser anotarlo en la agenda el último día de cada mes para venir aquí, poner la imagen y escribir. Espero ser constante y cumplir lo que digo.
Aquel descuido hizo que no volviera a comprarlo, como un autocastigo por mi falta de constancia. Este año, salvo circunstancias inesperadas, aquí quedará cada mes.
Y así de bonito es el exterior:
Lo encontré en la sección de material de oficina y escolar de El Corte Inglés, Gijón.
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Tal vez esta entrada tendría que ser un resumen del año que termina en pocos días, pero no me siento con fuerzas ni para pensar en ello: 2022 no ha sido un buen año, en general.
Como humana, me han pasado demasiadas cosas regulares que debería olvidar, pero no quiero, unas, y no puedo, otras. Solo deseo que termine, aunque casi puedo asegurar que 2023 no será ninguna maravilla. Como nota positiva está no haber perdido la ilusión de leer nuevas aventuras humanas con gatos, o nuevas aventuras de gatos protagonistas. Me queda eso como bueno en lo que respecta a este blog.
En cuanto a gata Rassel, a esta fecha ya tiene 14 años y medio, una edad muy avanzada para una gata. En noviembre, su veterinaria le hizo un montón de pruebas y análisis y todo está correcto. Para su edad, no tiene problemas de riñón, que parece ser algo habitual que padecen los felinos senior. Tampoco tiene indicios de diabetes, tiroides, artritis, vamos, que está como una "chavalina", que diríamos en Asturias. Así que, por ese lado, felices de seguir compartiendo casa con una gata tan sana.
No, no me he vuelto una loca de los gatos y ahora me da por ponerle vestiditos para humanizarla. La cuestión es que la veterinaria le ha pelado la barriguita para hacerle pruebas. Rassel se empezó a lamer y se hizo heridas, así que he tenido que protegerla y, en lugar de utilizar un isabelino, le compré un chaleco protector que ha tenido que usar durante un par de semanas. Hoy (cuando publico esta entrada) ya no lo necesita, le está empezando a crecer el pelo y ha dejado de lamerse.
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No comenzaré el año con ningún propósito concreto; a estas alturas de mi vida, ya sé que no los voy a cumplir.
En lo que respecta al blog, seguiré leyendo libros con felinos para compartir, además de varias cosas que llamo "gatos inanimados" que fueron quedando archivadas en una carpeta y, por falta de tiempo, no comenté en su momento.
Lo más importante, bajo mi punto de vista humano, es que cada libro nuevo me emocione y que cada mañana gata Rassel me despierte.
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