Ayer me llegó un correo electrónico de Amazon con la oferta de 5 novelas con descuento. Nada más ver el gato en Ocho vidas, el karma y tu perdón, de Nora Xireau, publicado en 2024, fui a leer la sinopsis y los comentarios que habían dejado los lectores. No hay nada que pensar: la compro.
No voy a leerla ahora mismo porque estoy leyendo La bruja que perdió la magia, de Sonia Rico, y luego seguiré con Te receto un gato, de Syou Ishida, que acaba de publicarse y me llegó ayer. Razones por las que te dejo la sinopsis comercial y el precio (de 4,99€ se queda en 2,38€) por si te apetece comprarla para leer este fin de semana ya que parece dan lluvia y nieve en un montón de lugares de España. En esas condiciones, lo mejor es quedarse en casa disfrutando de lectura y una bebida calentita.
Un día te tropiezas con una vieja que te cuela un gato (uno de verdad, claro está) y al siguiente descubres que el minino habla. ¿Qué harías si eso te ocurriera?
1) ¿Gritar como una loca?
2) ¿Rezar porque te hayas emborrachado y que no lo recuerdes?
3) ¿Seguir conversando con el minino en cuestión para comprobar si hay una explicación racional? (Suponiendo que no te haya dado un infarto antes, claro está)
Voy a ser sincera. No recuerdo cómo reaccioné cuando ocurrió. ¿Puedes culparme?
Ahora, lo único que sé es que tengo a un felino gruñón con cara de mala leche en mi casa que afirma conocerme de otra vida y el vecino de al lado que sale en toalla a regar las plantas y… Un momento, me he perdido. ¿De qué estaba hablando?
Ah, sí, del nuevo vecino soltero que está para mojar pan y que, por nada del mundo, nada en absoluto, debe enterarse de que tengo un gato que habla y que trata de convencerme de que es mi ex (o que estoy como una cabra)
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