Gatos en Navidad

Rassel es la dueña de nuestra casa desde hace algo más de 5 años y desde entonces, no me he atrevido a poner el árbol de Navidad. Digamos que no me fiaba nada de ella, de que no intentara subirse, tirarlo y romper todas las bolas, además de mordisquear las hojas de plástico (un material que le encanta)
Claro que podría haber comprado adornos de plástico o madera... En fin, que por ella y por otras causas llevamos sin adornar adecuadamente la casa todo este tiempo. 

Por fin este año me he animado y he decorado un rincón mientras ella dormía para que no viera dónde lo había puesto. Aún así, ha descubierto la caja en la que han quedado guardadas el resto de las bolas rojas, brillantes, y doradas que no he utilizado. ¡Es tremenda! No se le despista nada.

Os dejo unas imágenes de otros gatitos cuyos dueños sí se atreven a poner un gran árbol. Las más difíciles de encontrar han sido las de gatos con el Nacimiento donde parecen estar muy a sus anchas con los humanos de plástico en miniatura.

Bueno, al final veréis un humano que se ha curado en salud y ha protegido el árbol de su fierecilla.

Desde Rassel es una gata de biblioteca os deseamos a todos -gatos y humanos- unas muy ¡Felices Fiestas! 
¿Vosotros sois humanos precavidos o atrevidos?